Los Inspirados

Me inspiran los inspirados, los que están enfermos, desahuciados, destruidos. Y ese es mi mal.
Me gusta contemplarlos y danzar sobre sus gritos. Bestias agonizantes transformadas por la música de Orfeo. Esos que están perdidos son los que desatan mis tormentas. Las musas malditas, los poetas engreídos, los músicos siniestros, los pintores desquiciados. Ellos son mi tipo de personas.
Solo un ángel sin alas podría darme en una frase todo su amor y su odio. "Estas loca y eres mía". Nada mas cierto y solo otro igual de loco podría amarme de verdad.
Arrebato, inquietud. Los protagonistas de cualquier pesadilla infantil sostienen entre sus manos mi corazón. Hunden el cuchillo y me hacen sangrar luz.
La noche viene para tomarnos y disolverse entre las cicatrices que estremecen el centro de mis insomnios. Lenguas que arden entre vino adulterado. La tierra solo tiembla ante el fervor de los culpables. Coronando mis formas de trazos púrpuras, aclamando mis ojos. Premiando mi tristeza. Ellos me elevan diciendo: ¡Princesa eterna, centro de la magia y de la oscuridad! Solo así me vuelvo infinita y solemne.
Me inspiran los inspirados, porque sus voces vibran, no importa que tan bellas o terribles sean las palabras pronunciadas. Se entierran en el alma y permanecen. Son los dolores que si duelen, las manos que acarician el abismo. La nada en la melancolía y en el abrazo el todo.
Pero vivir en agonía no siempre es tan malo. Se te es revelado un secreto invaluable ... vivir muriendo es la única manera real de vivir.
No existe otra verdad, ni hay sueños de plata lunar sin la voz que te grita en la cabeza, sin distancias ni silencios. Sin cafe ni cigarros, sin mirar por la ventana.
¿De que se trata esto si no?
Es encontrarnos en el camino y sonreír sentados en la parte de atrás de una carroza que nos lleva a donde no sabemos, pero juntos, siempre hombro a hombro, beso a beso.
He conocido muchos de estos extraordinarios personajes a lo largo de mi vida. Maestros, amigos, familiares y algunos fantasmas fabulosos atrapados en libros o pantallas de cine. Tengo una colección enorme de seres que son capaces de matar en una nota o en una palabra y claro que como en todos los casos... siempre hay un favorito... yo tengo el mío pero muy pocas veces he dicho su nombre.