8-Noviembre-2006
El gitano me miro por primera vez a los ojos, fue como caer al vacío. Nos quedamos quietos por un segundo eterno y después, en silencio, volteo hacia el horizonte y siguió fumando lento. Que cosa mas extraña, me daba terror y al mismo tiempo me hacia sentir feliz.
-Te lo voy a decir, tengo que hacerlo- declaro aun mirando a ninguna parte.
-Es lo que te he pedido, te escucho-
-Si pretendes actuarme una cara de sorpresa... evitalo, se que sabes de lo que hablo-
-No pensaba hacerlo-
-Bien... yo se lo que tu eres, no trates de engañarme-
Como siempre estaba a la defensiva.
-Deja de darle vueltas a las cosas por favor-Volvió a mirarme y con voz tenue y amarga al fin hablo.
-Soy el vampiro de las manos de cristal, todo lo que toco se hace pedazos, no te conviene estar si quiera cerca de mi, no soy bueno, soy un monstruo, te haré daño-
Sus palabras, lejos de asustarme mas, me hicieron saber que finalmente estábamos cerca. Estaba compartiendo secretos conmigo, siendo real. Era mi decisión tomar el riesgo, tenia el control de nuevo y eso era un gran alivio.
Respire, sonreí y solo pude preguntarle:
-¿Quieres mas pumpkin pie?-