Hablemos de esas tardes en el jardín de mi casa, de mi familia completa entregada a un juego. Eso era el paraíso, era el momento donde todos podíamos ser niños.
Hablemos de las cosas que mi padre me enseño respecto a este deporte. Recuerdo su voz explicando: "eso es un fuera de lugar" y la satisfacción que sentí al poder comprenderlo e incluso discutir. "Para mi no lo fue papa, ese arbitro no sirve para nada"
Hablemos de la imagen de esos atletas incansables cayendo al pasto y dandose la mano para levantarse a pesar de ser rivales en el momento. Las apuestas, la emoción. El honor, la dedicación.
Familias que no se hablan durante los días de la semana en los que tienen que vivir la lucha diaria y encuentran en esos 90 minutos el momento para compartir.
Podría seguir dando un millón de razones por las que me parece mucho mejor que las nuevas generaciones vivan esta pasión de una manera sana, a muchas otras que podrían meterlos en problemas.
Podemos discutir también el sentido de pertenencia, lo que un equipo representa, no solo es un grupo de personas con diferentes camisetas. Son tradiciones, formas de vivir.
Hablemos por favor del estadio de CU encendido en fiesta y cantos de jubilo. Estar sentada viviendo el duelo mientras el cielo azul abraza los enormes edificios que transpiran cultura. Mi cultura, el México que quiero para mi y para todos. El de los grandes pensadores, los científicos, los campeones.
Hablemos de la enorme ciudad detenida en un partido de copa mundial. Yo pegada a mi ventana y ese grito que se extiende desde la calle de mi casa hasta todos los rincones de la urbe. GOOOOOOOOOOOOOOOL de MEXICO! Un gol que es de todos.
Para mi de eso se trata. Hablemos de futbol por favor.
lunes, 23 de mayo de 2011
jueves, 12 de mayo de 2011
Esmeraldas
Con el espiritu roto se aprenden muchas cosas...
Pasan los años y seguimos atrapados, no tiene sentido.
Hoy soy libre, para estar flotando entre amapolas de luz y nadar en lagos de sueños neón, mientras canto y recito poemas que se vuelven flores.
No recuerdo donde me perdí. Me metí a dormir en una cueva. Confundí al lobo con persona y cuando descubrí la verdad hasta había olvidado que poseo el don oscuro.
Tenían que pasar muchas lunas para volver a despertar de mi letargo. ¡Muero por volver al mar! y enredarme sin peligro entre serpientes. Volver a enseñarle a la noche que me pertenece, sembrar rosas de terciopelo, liberar a mi dragón.
Hoy beberé te de estrellas con polvo de hadas y dormiré abrazando un árbol.
Pasan los años y seguimos atrapados, no tiene sentido.
Hoy soy libre, para estar flotando entre amapolas de luz y nadar en lagos de sueños neón, mientras canto y recito poemas que se vuelven flores.
No recuerdo donde me perdí. Me metí a dormir en una cueva. Confundí al lobo con persona y cuando descubrí la verdad hasta había olvidado que poseo el don oscuro.
Tenían que pasar muchas lunas para volver a despertar de mi letargo. ¡Muero por volver al mar! y enredarme sin peligro entre serpientes. Volver a enseñarle a la noche que me pertenece, sembrar rosas de terciopelo, liberar a mi dragón.
Hoy beberé te de estrellas con polvo de hadas y dormiré abrazando un árbol.
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